domingo, 22 de abril de 2007

Uxama
En el Alto de la Mina, al borde mismo de la N-122, en un enclave privilegiado desde el que se dominan las localidades de Osma y El Burgo, que desde aquí parecen fundirse en una, sólo dividida por la línea de chopos del río Ucero y con la torre de la Catedral como testigo mudo del discurrir del agua, se encuentra lo que fue la ciudad celtíbero-romana de Uxama Argaela.

En un principio ciudad arévaca y posteriormente romana, Uxama constituyó en esta etapa uno de los principales centros provinciales, junto con Numancia y Tiermes. Dan fe de su papel protagonista las importantes calzadas romanas que la conectaban con Ocilis (Medinaceli), Segontia (Sigüenza) y Clunia. Se conservan restos de construcciones públicas como una cisterna circular para el abastecimiento de agua a la ciudad, la terraza artificial porticada y de construcciones privadas, la casa del Opus Sectile, la Casa de los Plintos, la Casa de la Atalaya, ... Los restos materiales hallados en Uxama son variados y numerosos: mosaicos, cerámica, monedas, esculturas, objetos de artesanía, ... que se encuentran en el Museo Numantino, en la capital. A parte de la visita obligada al Aula Arqueológica es imprescindible ascender por la escalera de una atalaya islámica restaurada situada en el Cerro Castro; desde este excepcional mirador se divisa un vasto paisaje en el que surgen de doquier restos aún vivos de la historia, el Castillo Templario de Ucero, la Fortaleza Califal de Gormaz y un auténtico rosario de atalayas.



Tiermes

Al pie de la Sierra Pela, en un paraje en el que el páramo reverdece en los valles y el paisaje se corta por profundos tajos, surge, como una aparición, el Yacimiento Arqueológico de Tiermes. Zona de intensa actividad humana desde la Edad de Bronce, destacan especialmente tres espacios cronológico-culturales: la etapa celtibérica, el mundo romano y la fase medieval.


Tiermes fue uno de los más importantes puntos de resistencia a la dominación romana, junto a Uxama y Numancia. Esta ciudad celtíbera se levantó excavando en sus entrañas rocosas. El resultado fue un complejo urbano pétreo en el que las viviendas se apiñaban unas encimas de otras, unidas por rampas escalonadas. Una vez sometida por los romanos en el año 98 a.C., dejaron su huella aprovechando de igual manera las cualidades de la roca blanda. De esta época ha quedado la mayor cantidad de vestigios arquitectónicos entre los que destaca un impresionante acueducto labrado en la roca con un tramo de 150 m. de galería subterránea, con pozos cilíndricos de hasta 14 m. de profundidad, espaciados cada 35 m. que dan por una claraboya a la parte superior del Yacimiento. Entre otras muchas cosas, el yacimiento arqueológico de Tiermes cuenta con una interesante gradería rupestre que pudo ser teatro, templo celtíbero o lugar de reunión.

Cerca del Yacimiento, en el área de Carratiermes, se halla una necrópolis de incineración con estructuras funerarias celtibéricas e incluso protoceltibéricas, pertenecientes a la Edad de Bronce, anteriores al IV a.C. Alejado del conjunto del yacimiento, junto a un tramo de calzada entre el Museo y Valderromán, se encuentra otra necrópolis rupestre con más de 40 enterramientos excavados en la roca que datan del S. IX al XI. Junto a Montejo de Tiermes, aún subsiste una fuente romana.

En el Museo de Tiermes se pueden obtener una información completa sobre el yacimiento.